26.1.09

[Reseñas]  Tristes Trópicos, de Claude Levi-Strauss


En mi intento desesperado por no sucumbir al peso del trabajo, continúo buscando mis espacios personales, robando unas pocas horas a la interminable labor diaria, para seguir haciendo eso que es mi pasión: leer y escribir.

Leer tiene dos funciones: aprender y verse en retrospectiva. Reflexionar. Si lo dejas de hacer, te conviertes en una suerte de perro que se muerde la cola, dando vueltas sobre sí mismo, encerrándose en un círculo infinito y destructivo. “Nunca dejes que te pase”, me dijo mi abuelo.

Justamente hoy termino la lectura de Tristes Trópicos (Ed Paidos, 2006 -en español), un clásico de Claude Levi-Strauss, antropólogo y etnólogo  francés.

18.1.09

[Reflexiones] [Crónica de viaje] [Ichigualasto] ¡El Andaryego vive!


Hace dos días me desperté con unas ganas enormes de escribir. Y cómo no, si hace más de dos meses que sólo pienso en ecoturismo, planes de operación, desarrollo sostenible, términos de referencia y proyectos piloto. La vida, uno olvida, tiene más que eso.

También existen la agricultura de amistad, la hidroponia cultural, la siembra bibliográfica, y el cultivo deportivo. Es sólo que uno se vuelve adicto al trabajo: un torbellino de acciones que te bombardean intensamente en el teléfono, el correo, la oficina, la calle, enfin, en cada punto de contacto. En ocasiones me pregunto cómo es posible que estemos en busca de calidad de vida para otros si aún no la hemos encontrado para nosotros.